El Bolero de Ravel
18.10.2014 14:05
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"Nada complace más a un Humano que decirle que tiene razón"
Todos los Humanos creemos tener la razón, queremos tener la razón,
necesitamos tener la razón y es que sabemos que en el juego de la vida el
ganador no sólo será el gen, sino también el mem; y claro tienen que ser
los nuestros. Eso explica porqué una Obra de Arte es siempre una forma
de recordarnos lo equivocados que estamos lo sorprendente que somos y
porqué cuando nos hacemos ateos ó creyentes fundamentalistas nos
despreciamos con tanto profesionalismo. Este cuento trata sobre otro de
los extraños e inentendibles Símbolos del Amor: La Obsesión. Escuchemos
la genial interpretación del Bolero de Ravel por el Jacques Loussier Trio.
"Mi primera obsesión fué la Fé; no he podido dejarla; es la razón y motivo de mi vida. Vivo
obsesionado de mi existencia y la del Universo; creo en DIOS y creo en el Amor"
Maurice Ravel tenía 53 años cuando estrenarón su magistral Bolero. Ravel era un hombre tímido,
obsesivo, solitario y de una vida social intensa, llena de amigos hombres y mujeres y sin dudas sin
suerte en el amor. Por entonces, ya había logrado su sueño de ser el mejor compositor de Francia,
pero nada le llenaba y ese vacío se llena de arte. Ravel no nos entiende; nos cuestiona, se cree
único y cree que puede convencernos de aceptar como bella una obsesiva repetición de acordes.
El público está fascinado; cual nuevo flautista de Hamelin nos ha hipnótizado y nos pone
como zoombies a contemplar su creación ha creado una obra de arte inspirado en un lujurioso
recuerdo de juventud en la España mágica y no tiene reparos en admitir que su música es la fusión
de lo místico y lo sexual, su Bolero es una fusión de melodías españolas y árabes; como el amor es
fusión de música y danza los obsesivos ingredientes del cortejo. Y el tiempo pasa y como a este
tío nada le satisface teme quedar eternamente relacionado al Bolero que la gente ha bautizado
con su nombre;un cuento hecho en música que nos cuenta lo de siempre, que lo místico nos conecta
a DIOS y lo sexual al juego de la Vida; una obsesión por eternizar los rasgos que creemos
nos definen como especie, una obseción que te empuja a repetir la danza del amor una y otra
vez para creer que puedes vivir eternamente fatigado y fusionado a tu pareja en una sola
función de onda. Ravel es un obsesionado; como para quejarse por el tempo de ejecución de su
obra y convertir tan menudo asunto en la obsesión de sus interprétes. Ravel vive en una
depresión constante. Para un hombre que lo tenía todo, el todo no incluía el amor, ese tipo de
amor que nos obsesiona por otra persona y mitiga nuestra eterna soledad, porque la obsesión
nos hizó ser lo que somos y esta siempre tuvó riesgos como hoy en día en que obsesionarte por
alguien te puede costar una orden judicial de restricción ó el hallazgo del amor de tu vida.
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