Érase una vez, la palabra

22.06.2015 15:11

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     La vida halló el placer en el sexo y el sexo se dió con danza y música (cortejo

y comunicación).   . . .Hace 90,000 años un hijo de uno de 20 linajes de homínidos

inventó la palabra, con ella conquistó a su mujer,  le puso nombre a cada cosa, se

aisló del resto de los animales, e incluso se comunicó con DIOS.         . . .todo lo

que él y su mujer hicieron nos ha hecho Humanos.               . . .Este es un cuento

sobre nosotros  y  nuestra gran idea para ser diferentes, convertir la música en

palabras. Pero como toda gran idea humana, tenía un "problema" le daba origen a

otra idea que infectaría a la primera porque con la palabra nació la mentira. Y ya

saben de ese conflicto vienen esas ideas de que la vida es sueño, la realidad una

ilusión y todas esas  cosas  filosóficas  que  terminaron por aburrir a la mujer al

punto  de  hacerle  sentir  que  aunque  las palabras no signifiquen nada, a veces

   pueden serlo todo. Recordemos a Dalida y Delon cantar "palabras, palabras".

     Dicen que la idea le vino viendo a su hija negarse a tomar mas alimento; desde entonces mover

la  cabeza  de  izquierda  a  derecha  sería  el  símbolo de la negación;  le enseñó pacientemente a

cambiar todo ese desórden de sonidos sin sentido por el sencillo acorde "NO".    . . .La afirmación

sería por oposición, un acorde distinto: "si" y un movimiento diferente;                 . . .palabras van,

palabras vienen,   poco  a  poco  iniciamos  la  manía  de  describir el mundo desde la negación a la

afirmación de lo que los humanos concebimos  como  la  "verdadera realidad".   Cuando la niña fue

mujer aún sonaban viejas canciones sobre las guerras del habla y ella sabía de que trataban pues

junto a su padre habían llevado el fenómeno del hablar más lejos que ninguno.           . . .Cuando los

demás se dieron cuenta de todo ello los expulsaron del  "paraíso".  Solos ante el mundo nuestros

padres  inventaron  su  propia  historia,   que  ella  era  su  costilla,   carne de su carne;  que eran

diferentes a todo el resto de la vida;   que sabían reconocer el bien y el mal;  que eramos la obra

predilecta del  CREADOR,  esa poderosa  Idea  que  hoy  llamamos  DIOS  y  reconocemos como

PURO AMOR.                      . . .Nuestro salto evolutivo no tiene parangón, nunca antes una especie

había modificado su propio cuerpo y  su propia conducta para creerse su propio cuento, su propio

juego en el que de arranque podía visualizar   "algo"  superior a sí mismo,  "algo"  sólo alcanzable

por amor;   ese  "algo"  inentendible y responsable del importante desarrollo de nuestro sentido

del oído, porque la primera respuesta   que  el  bebé  humano recibe es la que por amor le damos

al sonido de su llanto, mientras  le  hablamos  musicalizando  nuestro  hablar, agudizando nuestra

voz al pronunciarle frases cortas;   una tradición milenaria con la que nos trasmitimos el lenguaje.

Con el hemos creado escenarios que bien pueden ser mentiras,  pero en los que queremos  Creer

porque somos Humanos:   "Los hijos del Amor",  

                            . . .esos  seres  que saben que el amor es mucho más que palabras.

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