Siempre fuerón tías

13.10.2014 19:22

    Siempre me gustarón los juegos de azar., hace 25 años conocí los casinos de

Lima. Aquellas asiduas de sexo femenino eran tías. Hoy en día las sigo viendo y

hoy cúando hay más casinos que nunca me decido hacer una rápida inspección

de mesas y máquinas para constatar que siguen siendo tías, mujeres de más de

40 con  muy poca actividad  sexual. Después  de  todo  que  mujer  enamorada

desperdiciaría noche tras noche,   el  dinero  y  la  noche  sin  juguetear con su

amante.  Este cuento trata sobre lo que hay detrás de un  genial y asombroso

descubrimiento científico: exitación y lujuria. Acompañémonos de la música

     de Enigma: "Principios de lujuria". . .Lo obvio; los hombres también son tíos.

 

   Todos nos excitamos   . . .Ay no puede ser,   . . .pues es; cuando digo todos me refiero a ti, a mi, tus

amigos, amigas, tus viejos; es decir todos menos los extraterrestres si crees que existen.

                                  "Todos somos el producto de la excitación y la lujuria, algunos le llaman AMOR"

Las investigaciones sobre estos temas recién se han efectuado en este siglo así que si esto confirma

tus sospechas, pues estas en lo cierto. El profesor Blad Griskevicius de la Universidad de Minnesota

efectuó el experimento colocando un aparato en genitales de hombres y mujeres para medir el flujo

sanguineo,   que  como sabes se incrementa cuando estamos excitados.   Nosotros  y  nuestro cuerpo

animal.    Se  le  pidió  a  los  sujetos  del  experimento que veían un video con temas aburridos y con

pornografía que puntuaran sus distintos niveles de excitación.  Lo que puntuarón y lo que mostraban

los  instrumentos  de medición fué diferente en hombres y mujeres.   La puntuación de los hombres

coincidía con lo que los aparatos detectarón; en las mujeres no. Significaba eso que las mujeres son

mentirosas???

                                                           

    Pues no, existen muchas razones por las que a las mujeres no les suele agradar la pornografía

al menos la que es  típica  para  los  hombres,   pero  esto es algo que no va a tratar este cuento;

lo que los científicos constatarón era que es cierto que a ellas no les parecía excitante,contrario

a  lo  que  expresaban  sus  cuerpos,   porque  han aprendido a ralentizar la llegada al estado de

lujuria, debido a que el sexo les plantea el riesgo del embarazo.   Siglo tras siglo los memes han

influído en nuestra propia conducta,   al punto que hoy una mujer puede decir no sentir lo que su

propio cuerpo siente.En el caso de los hombres la activación lujuriosa es inmediata;era necesario

para  poblar  la  tierra.   Es  justo que ellas piensen que pensamos con la otra cabeza y es que la

lujuria se origina en la parte primitiva del cerebro,   la que al igual que el miedo puede bloquear

momentáneamente  la  razón.    Pero,  si ellas pueden,   nosotros también y de hecho un hombre

enamorado sólo tiene ojos para su mujer.  Ahora bien,  controles ó no controles tu lujuria, esta

fuerza  luminosa u oscura   ( depende de tus creencias )  condiciona a nivel inconciente nuestra

conducta   y  como el inconciente nos condiciona a nosotros,  como constatan los experimentos

hechos en hombres y mujeres, el resultado termina siendo en ambos diferente. La lujuria hace

a los hombres más arriesgados y  creativos;  eso gusta a las mujeres  y  a  ellas  las vuelve más

atentas  y  serviciales;  eso gusta  a  los hombres. En el fondo esas son las características que

                         buscamos para iniciar el romance y mantener el juego del Amor.

 

     Y bueno a los tíos y tías que les falta sexo y romance,  encuentran cada cual sus sustitutos

pueden ser máquinas sexuales ó máquinas tragamonedas,  porque los casinos no son atendidos

.                                   

por ancianos sino por hombres y mujeres jóvenes agradablemente vestidos,desencadenantes

de tu lujuria inconciente; una de las fuerzas que modelarón nuestro comportamiento y triunfo

como especie y nuestra incesante búsqueda del AMOR.

     . . .Entonces entendí que a falta de incentivos para encender la lujuria en casa, las tías la

buscan en la juvenil y esmerada atención, las luces, los sonidos, la probabilidad de ganar y la

     exitación constante de sentirnos vivos y ajenos a lo que sabemos es el verdadero amor.

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