Y al tercer día murió de entre los vivos
11.01.2016 16:58
El 8 de enero David Bowie cumplió 69 años, un número mágico para el sexo y
aquel día fue elegido para lanzar su disco 25 titulado "Blackstar"; él mismo
dirigió el lanzamiento, como se hace en nuestros días a través de las redes y al
3° día murió de entre los vivos; no tengas pena ha disfrutado cada segundo y
talves lo siga haciendo ahora; si lo buscas está en el cielo, eso nos dijo en su
última canción: "Lazarus". Para muchos Bowie era enigmático pero simplemente
exponía lo que a muchos les cuesta entender, hace 18 meses padecía de cancér
y en su último trabajo nos habla de la más inentendible simetría la que tiene
que ver con nuestra posición en la Sinfonía del Universo; con la vida y con la
muerte. El propio título del disco alude a la "singularidad" de lo incomprensible,
donde unos ven estrella negra, en realidad es agujero negro y donde unos ven
vida y muerte él nos dá su ubicación en el hiper espacio-tiempo; donde sus
cicatrices no pueden verse y sus dramas no pueden ser robados, ahora cuando
todo el mundo lo conoce, él está aquí en el Cielo. Y es que para el muerto que en
vida coqueteó con Catolicismo, budismo y ateísmo, sólo la fé le mantendrá vivo.
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