Moliendo café

17.07.2015 21:57

                                                        Dedicado a mi gran amigo Rómulo Bardelli, un cuento inspirado en nuestras charlas de café       

                                          

     Decir amor no basta,  amar es construirle el paraíso al dueño de tu corazón de

eso trata el juego que la vida nos ofrece;                     . . .el Proyecto Genográfico

identificó a los concursantes:    2 trozos de ADN que se mantienen "inalterables"

desde nuestros padres Adán y Eva; y es que la ciencia nos ha recontado el cuento

colocándoles apellido a los Bíblicos personajes;  Cromosomático para el que llevan

todos  los  hombres  desde Adán   y   Mitocondrial para el que llevamos todas las

mujeres   desde   Eva  y  todos  los  hombres ya que somos biológicamente mitad 

hombre,  mitad mujer.                                                           . . .Esta distribución

ventajosa   del   participante   femenino   explicaría  la   manera como lo venimos

jugando  desde  hace unos 80,000 años; las mujeres con más tiempo en el planeta

y derecho de  voto dentro del equipo  masculino  manipularon  a los hombres para

que  las  protegieran  e  hicieran  realidad  sus  sueños a cambio nos darían lo que

ellas y nuestra parte femenina más querían:  SEXO,  esto  sucedió muy cerca del

Edén donde los  hijos  de   Adán  y  Eva  descubrieron  un árbol con la droga más 

       usada por la Humanidad: el café. Escuchemos el tema de Hugo Blanco.

     Los hijos de Adan y Eva habían llegado a lo que es hoy es Etiopía; estaban divididos en grupos y 

terminarían expandiéndose por todo el mundo; los hombres en su afán de complacer a sus mujeres

se  habían  inventado toda suerte de oficios y estas de tanto sexo llenaban el planeta de humanos;

Landi, uno de ellos dedicado a pastar cabras  y  músico aficionado había acostumbrado llamar a las

cabras tocando su flauta; un día que no respondieron al llamado entró a buscarlas al bosque donde

las encontró comiendo las semillas de un árbol que el llamó "Café" nombre de la cabra que parecía

dirigir el orden con el que estas se turnaban para comerlas;   el árbol  era copioso y abundante en

semillas;   Landi  trepó hasta una de sus ramas,  masticó una de estas semillas y se sintió distinto;

una sensación  de  energía  y  arrechura lo embriagó   y   corrió a llevarle semillas a su mujer, esa

noche se hicieron  el  amor  como  nunca  antes imaginaron  y totalmente drogados se abrazaron y

durmieron  desnudos.  Al día siguiente contaron a sus vecinos del hallazgo  y la noticia se esparció

por  todas  las  tribus  humanas;  muchos  sembraban sus semillas en sus territorios y la demanda

era tal que los humanos prohibieron su consumo a los animales  y  a los "hijos de los hombres" . La

"era  del  café"  dió  lugar a una prosperidad nunca antes vista y a una gran vitalidad por probar y

experimentar nuevas sensaciones;  todos tenían algo que ofrecer e intercambiar y solían reunirse

para hacerlo en unos lugares llamados "cafés" donde se trituraban los granos y se mezclaban con

grasa,   ahí surgían las más grandes ideas e inventos  y  se bendecía la suerte  mientras contaban

cuentos sobre la vida de sus legendarios padres en el paraíso,  el lugar en el que todos los deseos

estaban satisfechos  y  donde el sexo era inacabalemente  delicioso al punto que vivían desnudos;

todo parecía felicidad pero la serpiente no había muerto estaba de parranda y convenció a todos

de  acumular semillas y usarlas como dinero;         . . .entonces surgió una nueva costumbre tostar

los granos para  que nadie  más  los  pudiese  sembrar;   los deseos no dejaban de aumentar y los

hombres no dejaban de producir nuevas ideas,   algunas ireconciliables entre si, llegaron hasta a

cambiar las palabras  y  odiarse unos a otros;   la droga que debió haberlos unido los separó para

siempre. . .;                                                                                   . . .deseaban tanto que llegaron

a desear hacer el amor con otro y sentirse totalmente diferentes entre si; con el tiempo ya ni el

sexo les satisfacía;  para cuando los  Humanos  se dieron cuenta que vivían en el infierno muchos

animales y todos sus primos se habían extinguido; entonces los más valientes se tomaron un café

         y decidieron cambiar el mundo para mantener vivo el juego del amor y volver al Edén.

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