Nacemos y morimos solos; sobrevivimos al nacer gracias al amor.
. . .Podría el amor vencer a la muerte???
Hace 12,000 años los egipcios nos contarón un cuento en el que las mujeres lo harían. Geb y Nut
son hermanos y esposos tuvierón 4 hijos: Osiris, Isis, Seth y Neftis. Que los hermanos se hagan
amantes es un cuento antiguo y tiene que ver con los orígenes mismos de nuestra especie. Osiris
ama a Isis y Seth a Neftis, ambas parejas, hombre y mujer representan el bien y el mal, la
Simetría del Universo. . . .Osiris e Isis viven en el fértil valle del Nilo donde todo es felicidad y
ellos mismos son la representación del orden. Seth y Neftis viven en las desérticas montañas
y representan el caos. Seth envidia a osiris y hace planes para matarlo, cuando lo consigue lo parte
en 14 pedazos. . . .Isis podría llorar desconsolada y resignarse a la pérdida, pero su amor es muy
grande; recorrerá todo Egipto para juntar los pedazos de su amado, juntará 13; el pene había
caído en el Nilo y devorado por el pez Oxirrinco; pero el amor obra milagros. Isis hizó un pene de
oro, le devolvió la vida y se preñó de él. Osiris se convirtió en la estrella Orión y en el dios de la
resurrección; Isis se convirtió en Sirio (podemos verlos todas las noches)
no sin antes pasar una y mil peripecias para sacar adelante a su hijo: Horus, el padre de nuestra
civilización, el que dictó las pautas de nuestro comportamiento, diseñó la economía y construyó
nuestro mundo. Las gentes que oían estos cuentos comenzarón a fabricar objetos de arcilla que
colgaban de sí mismos o usaban de adornos en sus casas; . . .uno era una madre con su niño en
brazos y otro un falo terminado en una punta piramidal. . . .Quien sabe los egipcios tal vez
vivían fascinados con el extraño comportamiento del órgano de placer masculino,de muñeco caído
a glorioso monumento de dureza y perfección, el símbolo del pene era por tanto también el
símbolo de la resurrección, un día en que Horus andaba cachondo dibujó el símbolo en el barro,
como lo hacen hoy miles de jóvenes; entonces le surgió una idea mágica y sagrada, dibujar
símbolos para memorizar nuestros cuentos. . . .Había inventado la escritura, no la hizó fácil, se
mandó un abecedario de 788 letras tantas quizás, para expresar de la manera más fidedigna
el significado de cada uno de los cuentos, incluído aquel que le enseñaba a los hombres el
camino a la resurrección, todo un manual de instrucciones para llegar a Osiris quien te juzgaba
pesándote contra la pluma de la verdad; si eras un "malo" y no pasabas la prueba, te mandaba
al infierno a donde terminó arrojado Seth, luego que un día Horus decidiera vengar a su padre,
porque el bien siempre triunfa sobre el mal. . . .Horus terminó aburrido de vivir por aquí y se
fué a trabajar junto a Osiris haciendo de una especie de abogado de los hombres. Cuando
Horus partió, su reino se partió quedando en manos de los Shemsu Hor, cada cual tratando
de construir palacios y ciudades más grandes y hermosas para sus esposas; eran muy buenos
tiempos para Egipto; el PBI crecía año a año, las madres enseñaban a sus hijos la importancia
de aprender un oficio y trabajar; todos hacían lo mismo y todos sentían tener una razón para
vivir; . . .por entonces se hizó costumbre erigir en toda ciudad un obelisco como símbolo de
Osiris y del pene que los representaba a ellos mismos, a los constructores no sólo de las
ciudades sino de nuestra propia humanidad . Los Shemsu Hor habían existido desde antes
de Horus, eran astrónomos que habían descubierto la misteriosa desaparición de Sirio y Orión
es decir de Isis y Osiris quienes por 70 días desaparecían del cielo, 70 días en los que todo
el pueblo guardaba luto, esperando con ansias la re-aparición de las estrellas, la resurreción de
sus dioses. Entonces el día del solsticio de invierno (22 de diciembre), Sirio aparecía en el
horizonte oriental, era el momento en el que el Nilo inundaba y alimentaba las tierras de su
querido mundo. . . .Miles de años después el mundo entero celebra en esos días otra fiesta con
grandes similitudes.
. . .Y esos 70 días se convertirían también, en 70 días de preparaciones para la
momificación de los muertos. . . .Los egipcios vivos presenciaban una auténtica fiebre
inmobiliaria, no precisamente para los vivos sino más bien para los muertos. Si los símbolos les
habían permitido escribir, les permitían también la matemática. . . .Los Shemsu Hor
emprendierón la construcción de una ciudad maravillosa, una que aún sigue en pie y que debía
ser la réplica en la tierra del mundo celestial de sus muertos, encontrarón el emplazamiento
en un lugar en el que el Nilo reproducía la imágen de la vía láctea y ahí con paciencia y buen
humor edificarón tres hermosas pirámides, reflejos de las 3 estrellas que forman el cinturón
de orión y que nosotros los sureños conocemos como las 3 Marías; hoy en día no se ven así por
efecto de la presesión de la tierra, pero Robert Bauval el autor de la teoría de la correlación
de Orión retrocedió el tiempo en el computador para descubrir que la imágen calzaba
perfectamente hace 12,500 años, el tiempo que según otra teoría corresponde al tiempo de
erosión que presenta la esfinge. Bauval descubrió también que dos de los que hoy consideramos
ductos de ventilación apuntaban a Orión y Sirio, desde las cámaras del rey y la reina
respectivamente. . . .Cuando los hombres modernos destaparón los sarcofágos de ambas
cámaras no encontrarón ningún cuerpo, habían olvidado las historias que contaban que Isis y
Osiris vivían en las estrellas. Los egipcios habían construído una civilización, nos habían salvado
de la muerte segura y habían hallado la manera de perennizar nuestros memes. Miles de años
antes que Darwin, habían visto la evolución en el juego del perfeccionamiento humano para
alcanzar la Vida Eterna. El mundo era construído y dirigido por los hombres, pero era
sutilmente gobernado por mujeres; después de todo eran ellas las que mantuvierón vivos los
cuentos contandóselos con amor a cada uno de sus hijos. Los esfuerzos de Horus para que no
cambiaran en nada las historias fuerón vanos, los hijos de los egipcios las perdierón de vista con
otras. Hoy usamos un abecedario de 26 letras y valgan verdades decimos más con menos.
Los cuentos se han cambiado y mezclado, como lo hizó nuestra lengua original; pero en esencia
siguen siendo lo mismo, pautas para el comportamiento humano. . . .Los egipcios inventarón la
memoria con la escritura y construyerón con granito, si la humanidad desapareciese, en mil años
desaparecerían nuestras ciudades pero las pirámides seguirían firmes; babilonios, griegos y
romanos aprendierón de ellos. Miles de años después, Freud rescataría el valor del
símbolo fálico, con él nacería la publicidad y la mercadotecnia y descubriríamos que hasta el
tamaño de nuestro órgano ha sido modelado pacientemente al gusto de la mujer. Y aunque no
lo crean muchas de nuestras más modernas ciudades se adornan y marcan con él: París,
Washigton, Buenos Aires, el Vaticano y otras más.
Después de todo estamos hechos de memes y genes. No sé si lleguemos a las estrellas, de lo que
no hay duda para mí y nuestra ciencia contemporánea es que venimos de ellas y todos estos
viejos cuentos que nos hicieron lo que hoy somos, son los frutos del AMOR.
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